La última parte del proceso es el envasado. Las bandejas con los pimientos del piquillo de Lodosa pelados pasan a ser seleccionados y clasificados en función de categorías comerciales, para por último ser envasados. Este proceso se realiza también en seco, de manera que el producto mantiene el aroma, la consistencia y su sabor genuino.
Seguidamente se procede al cierre de los botes para después pasar a la esterilización y cocido en la autoclave a una temperatura de 102 °C para su conservación. El último paso es proceder al etiquetado para su posterior comercialización.